(Video Remasterizado)

DURMIENDO EN LA REALIDAD

Por: Natalia Castillo

Tú sólo tienes miedo, te sientes sola, no sonríes, la vida se te va, se te escapa en un destello. Piensas que no hay razones suficientes para seguir, para aguardar por otra oportunidad, para luchar por tu vida. La tristeza te embarga, te atrapa en tu cuerpo, y odias tu cuerpo. Pero en el fondo tú sabes que te quedan sueños, que tienes un mundo así sólo sea para ti, un mundo que nadie conoce y eso a veces te incomoda, te molesta pero continúas con tu rutina.Como siempre al llegar la noche te diriges a tu habitación y te recuestas en la cama y te enfrentas al insomnio. Intentas conciliar el sueño y fracasas. ¿Sueño o sueños?, no lo sabes. Muchas veces deseas soñar algo, deseas soñar con alguien, otras tan solo duermes, profunda, inocente de lo que te aguarda cuando te entregues al mundo de tu cabeza dormida. Al despertar, nada recuerdas.Me preguntas ¿por qué?... no lo sé. Quizá así funcione el mundo onírico.Qué importancia tiene esta situación, si siempre es así, un ciclo en el que al despertar no importa lo ocurrido antes. Pero me has dicho que no es así, que tú no duermes, no en paz, no sin miedo. ¿Dormir... ?, profundo grito el que sale de tu corazón al pensar en esto.Sé que un día una pesadilla llegó a tu sueño, a tu vida. Sé que desde aquel momento te atormenta, te asusta, te atemoriza, te ahoga. En tus miedos, en tus fantasmas, luchas por salir de allí y no puedes y te desesperas, te impacientas, lloras y no tienes lágrimas, gritas y no tienes voz, nadie te escucha, no hay nadie ni nada que pueda ayudarte. Pero yo estoy aquí, dímelo, cuéntame qué es lo que sucede en tu cabeza, dímelo...Ahora te oigo, (tu mano tiembla, tu voz es débil, un murmullo)...-Quizás por la soledad, el vacío que la muerte de ella dejó en mi vida o porque soy una cobarde, porque tengo miedo, soy insegura, no lo sé, todo recobró vida, tomó forma en la oscuridad en la que me pierdo en medio de lamentos, de gritos, de llanto, de soledad, ¿de quiénes?... de mí misma. Estoy sin mí. Camino sola sin saber a dónde ir o qué hacer. Corro y corro y no llego a ningún lugar, porque no hay nada, solo esta oscuridad que a veces se convierte en fuego, en un desierto, mucho fuego, mucho calor y odio el fuego, desearía tanto ese azul, ese claro del agua pura... desearía esa paz... pero estoy condenada al miedo, al sufrimiento. En la oscuridad a veces se presienten sombras. Eres tú, Andrea, ¿eres tú?... No me asustes, qué te hice, (lo sé, no hables) pero no entiendo... yo te quiero, lo sabes...Hablas y hablas y tus palabras se convierten en letanía, en oración que suplica, que clama. Pides ayuda. ¿Necesitas una salvación o un final?... No sé si quiero apagar tu voz, si deseo detener el movimiento de tu mano que asedia, que me ataca. Reúno todo lo que eres, tengo la única prueba de tu dolor, de tu agonía, porque cada día recurres a mi, me retas, me enfrentas. Ahora eres mi esclava, te derrumbas en esta hoja en blanco que te atrapa y, si lo desea, te deja ir. No tengo nada para darte, así que vete, mujer, vete porque tu pesadilla ha logrado romper las barreras de los sueños y recobrar vida en ti, en tu cuerpo, en tu cabeza. Vete: me haces daño con tus lamentos.–Me abandonas, está bien, no te necesito, ya cumpliste tu papel, he sufrido demasiado. Me voy porque tengo otro lugar al cual ir, un espacio al que he pertenecido siempre, ella, Catalina. Ella es luz que no me abandona, que me motiva, me impulsa con su amor, su lealtad y su belleza. Ella es la única que me ayuda a generar equilibrio. A dosificar la cantidad precisa de bien y de mal que hay dentro de mi ser. Ella me baña con la felicidad que irradian sus ojos y con la pureza de su corazón. Ella puede enfrentarse a esta pesadilla que me posee y apaga mi sonrisa. Con su apoyo voy a derrotarla antes de que se apodere de lo que me queda. Si no puedo acabar con esta pesadilla, sobrevendrá mi muerte y por ti, Catalina, no lo deseo. No sé si estoy hablando contigo o es un sueño. El mundo onírico invade mi vigilia. ¿Estoy despierta, o duermo?